dissabte, 18 de desembre del 2010

Me repliego en los pliegues de mi piel,
y me arremango los talones
para andar de puntillas,
como flotando a tres palmos sobre esto,
para que no despierten todos los temporales
que amenazan con llevarnos al destierro del amor.

Me repliego y me deslizo de puntillas, silenciosa,
porque solo en el silencio podemos vivir esto.
Esto que habla a gritos en lo mas nuclear de nuestros cuerpos
y nos desborda la pasión y los temores
surcándonos todos los caminos del placer y del ensueño
y colmándonos de todo.

Y todo ello en el silencio,
para que ni nos oigan ni nos delaten nuestros miedos,
ni los suyos.
Para que todo esto se pueda vivir
en un rincón mezclado de paz y de erotismo.

A tres palmos sobre el suelo,
en lo invisible,

Más allá del todo, donde todo se detiene
y el tiempo deja de existir,

En tu cuerpo y en el mío.