de vez en cuando hay que adentrarse en la memoria
atreverse a hurgar en las heridas
armarse de valor y traspasarlas
hasta hallar la razón que las causó
para darse uno cuenta que allí también hay luz
para afinar-nos la mirada y descubrir grata sorpresa
que es justo de ahí que proviene la luz
dijous, 9 de juny del 2011
dimecres, 8 de juny del 2011
resignificando los rincones
Me tropiezo con la historia que vivimos tan ardiente en los rincones de esta cálida ciudad
y observo cada huella que han dejado nuestros cuerpos, nuestros besos, como manchas de humedad
que hablan tan claras y francas de esta nuestra sinrazón
resignificando así cada rincón.
Me tropiezo en las terrazas, las aceras, las esquinas, los portales, los peldaños, y en algún intercostal
Y me vuelvo a tropezar con camareras, trasnochados, alcoholismos, secretismos, y en tus labios que es donde aprieta mas,
el deseo,
aprieta... hasta dar al fin con la pared
...esa pared -te acuerdas?
en la que hicimos el amor en tres jadeos,
sin desnudos, con caricias, con saliva y sin colchón.
Esa pared en la que se abren brechas en el tiempo,
hacia lo infinito y la fusión,
hacia el desconocido corazón.
Esa pared gris tan llena de matizes
como cicatrices que cuentan y celebran nuestro encuentro
y que guarda así el testigo de uno más de los instantes que conforman esta nuestra intimidad,
un instante de pura eternidad.
y observo cada huella que han dejado nuestros cuerpos, nuestros besos, como manchas de humedad
que hablan tan claras y francas de esta nuestra sinrazón
resignificando así cada rincón.
Me tropiezo en las terrazas, las aceras, las esquinas, los portales, los peldaños, y en algún intercostal
Y me vuelvo a tropezar con camareras, trasnochados, alcoholismos, secretismos, y en tus labios que es donde aprieta mas,
el deseo,
aprieta... hasta dar al fin con la pared
...esa pared -te acuerdas?
en la que hicimos el amor en tres jadeos,
sin desnudos, con caricias, con saliva y sin colchón.
Esa pared en la que se abren brechas en el tiempo,
hacia lo infinito y la fusión,
hacia el desconocido corazón.
Esa pared gris tan llena de matizes
como cicatrices que cuentan y celebran nuestro encuentro
y que guarda así el testigo de uno más de los instantes que conforman esta nuestra intimidad,
un instante de pura eternidad.
divendres, 3 de juny del 2011
La vida a veces es tan cruda que uno se queda sin respuestas,
Y los motivos sobran
Las coordenadas desaparecen y el cuerpo se deja desmayar por las esquinas,
Mientras que las respuestas, simplemente, se deshilachan dejándose llevar hacia un vacío
-existencial, claro.
Entonces se abre una brecha en el tiempo y en ese instante uno se deja reposar,... abre un vino, compone una buena escenografia para el momento,
y con suerte algo se acerca a un sinsentido casual que lo hace sonreir desde el asombro.
Y mientras ve pasar los momentos, los amigos, los amores,...
se detiene en un repliegue de este tiempo y se da cuenta de quanta infinidad,
Uno se perderia en esa infinidad...
Y en el perderme me doy cuenta
del mapa de infinitos microinstantes que componen la existencia,
me doy cuenta cuanto cuenta darse cuenta
y que basta decir basta
para sentirse vivo de una vez
y dejar de dejar pasar la vida
para tirarse de cabeza y corazón desde el balcón
a la sombra y a la luz que nos azota
en estos tiempos
y en todos los que vendrán.
Y los motivos sobran
Las coordenadas desaparecen y el cuerpo se deja desmayar por las esquinas,
Mientras que las respuestas, simplemente, se deshilachan dejándose llevar hacia un vacío
-existencial, claro.
Entonces se abre una brecha en el tiempo y en ese instante uno se deja reposar,... abre un vino, compone una buena escenografia para el momento,
y con suerte algo se acerca a un sinsentido casual que lo hace sonreir desde el asombro.
Y mientras ve pasar los momentos, los amigos, los amores,...
se detiene en un repliegue de este tiempo y se da cuenta de quanta infinidad,
Uno se perderia en esa infinidad...
Y en el perderme me doy cuenta
del mapa de infinitos microinstantes que componen la existencia,
me doy cuenta cuanto cuenta darse cuenta
y que basta decir basta
para sentirse vivo de una vez
y dejar de dejar pasar la vida
para tirarse de cabeza y corazón desde el balcón
a la sombra y a la luz que nos azota
en estos tiempos
y en todos los que vendrán.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)