En estos úlimos días del agosto
en los que la resaca del verano
va tiñendo de ocre la ciudad,
me suelo preguntar como lo hicimos
para saltarnos, transportarnos en desliz
del vacío lento del calor contemplativo
hasta este otoño que amenaza incipiente tan lindo y placentero,
sin un rasguño de humedad
sin una carga de tedio,..
Como hicimos
para amanecernos tan lindos y tan prontos
a este recomenzar de todo?
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